EL ESPACIO ESCOLAR COMO CENTRO DE CONVIVENCIA

Parece un milagro que la convivencia diaria en los espacios educativos se desarrolle con la más absoluta normalidad.
Profesores que, a pesar de sus diferencias, logran llegar a acuerdos por el bien de su trabajo y sobre todo por el bien de los niños. Padres que liman diferencias con profesores cuando mantienen una conversación y cada uno expone sus problemas para lograr acuerdos sin perjudicar al niño, alumnos que después de alguna discusión sin importancia, se abrazan y continúan con sus juegos...



El clima social del Centro Escolar, cómo bien podemos leer en los apuntes del tema 10, alcanza su verdadera dimensión cuando las personas se interaccionan con sus semejantes. Afortunadamente somos libres y como tales nos comportamos con libertad, aunque tenemos que atenernos a unas normas de comportamiento social que atañen, unas veces directa y otras indirectamente, al sistema educativo.

Casi todos hemos oído hablar de desafortunadas acciones de algún padre, acudiendo a un colegio para amenazar o agredir a un profesor o profesora. También de imperdonables acciones que algunos "profesores" por llamarlos de algún modo cometen con los niños, con claros signos de maltrato, físico, psíquico y emocional. De amenazas hechas por los propios alumnos a otros alumnos por divergencias culturales, o de tipo étnico o moral... Son problemas que debemos erradicar, o al menos, poner toda la carne en el asador para, que a través de mejoras, vayan desapareciendo paulatinamente.

Es aquí donde aparecen las herramientas que debemos utilizar para la mejora en nuestras relaciones sociales, sí queremos llegar a un ambiente de concordia similar al descrito en mi primer párrafo:

Bastaría con echar un vistazo a los principales problemas que obstaculizan las Relaciones personales:

a) EL AUTORITARISMO: Mostrado a veces tanto con alumnos como con padres o los mismos profesores si se pertenece, por poner un ejemplo, al equipo directivo. No cuesta nada hacer un ejercicio de autocrítica y esconder esa "vara de mando" que a veces no nos deja asomarnos a la realidad.
b) EL INDIVIDUALISMO: Es muy común tener un grado de autosuficiencia tan elevado que casi nunca aceptamos los consejos de otros.
c) LA RUDEZA INTERIOR: ¿Es tan difícil comprender a los demás? ¿Porqué no utilizamos la empatía para ponernos en el pensamiento de los otros? A veces utilizamos contestaciones tan cortantes que ni los alumnos, ni los padres tienen posibilidad de debatir nuestras palabras por miedo a esa falta de tacto.
d) INFANTILISMO
e) INDIFERENCIA: Creo que es uno de nuestros peores enemigos: El "yo paso" o "no merece la pena" puede acabar destruyendo las ilusiones de muchas personas y las ganas de permanecer en un espacio de convivencia de otras. Tenemos que tratar de estar involucrados siempre.

Partiendo de un exhaustivo análisis del problema a erradicar y una vez definido el problema, herramientas como el diálogo , el respeto, la tolerancia, la valoración de los demás y fomentar actitudes realmente sanas nos ayudarán a mejorar las difíciles y, a la vez, bonitas relaciones interpersonales, ya sea con los padres, con los alumnos, o con nosotros mismos como futuros profesores.

Los padres y alumnos nos agradecerán siempre estos esfuerzos para mantener un ambiente cordial. Y nosotros mismos notaremos, en forma de bienestar personal, que las relaciones fluidas mejoran considerablemente la díficil tarea de la enseñanza.